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Castillo de naipes

Los naipes se desploman, uno a uno planean levemente y descienden con tristeza hacia el suelo. Intentan volar, pero se caen y me caigo yo con ellos, se desboronan ante mí y me desmigajo de a poquitos. Caemos todos. Y entonces yo lloro, lloran mis mentiras y mis miedos. Lloran los sueños y los ideales, se derrumban los cuentos de hadas y los castillos. El castillo, cimentado y hecho a mano por mí, no soportó ni la más leve brisa, no soporté los labios de un extraño rozando los míos. Supongo que no era tan fuerte como creía, supongo que no estaba tan bien construida. Las cartas me sonríen, cada una me cuenta una historia, cada una narra una mentira relatada con ahínco y dedicación en las noches de incertidumbre. Cada naipe, no era más que otro triste enunciado que tuve que contarme a mí misma para seguir viva. Miro al suelo. La baraja estropeada y llorona se desdibuja y pienso en la noche oscura que tumbó mis naipes. Entre nebulosas recuerdo sus labios posarse sobre los míos;

La libreta

A mí solo me bastaba con saber que usaba la libreta azul, la que tenía el ancla, solo me bastaba saber eso, para sentir que escribía sobre mí, que no me había desechado del todo, me bastaba con saber que algo nuestro vivía  y que era su lienzo oculto, que era un secreto mutuo. Lo imaginé leyendo, anotando sus ideas compulsivamente con la mirada perdida en las hojas; poseído por fuerzas desconocidas y con los pensamientos ajenos a su realidad cercana. Imaginé sus manos grandes y morenas tomar la libreta azul clarito, la que le había regalado, la que tenía un azul demasiado brillante para una personalidad tan oscura como la suya. Imaginé que tomaba su micropunta negro y escribía con su mano izquierda todas esas ideas que quedaban encriptadas bajo una letra temblorosa y abstracta. Sí, me gustaba sentir que un pedacito de mí lo acompañaba en sus aventuras literarias. Me preguntaba sí aun tendría algo de mi esencia, mi olor, mis letras curvas y regordetas, mis dedicatorias, los recuerd

De voces y recuerdos

Tal vez yo no sea la indicada para expresar el orgullo que siento, la felicidad que me da Siento que es como adorar  una pintura, una fotografía el recorte de una revista desconocida Tal vez como una escuchar una voz que es y no es ajena que esta viva y esta muerta que sangra por las noches cuando el alcohol evoca los recuerdos que no he podido encriptar que se pasea por mis sueños con el aire victorioso de saberse casi real Una voz que conocí y que amé Que escuché reir Gemir        Llorar                  Amar Esa en mi tortura y es mi calma Es sentirme orgullosa y viva porque siempre lo vi y es sentirme miserable y muerta porque ya no me pertenece Qué agonía Qué ganas de perderse de este mundo en el que nadie ama como lo hago yo

A usted no, a usted le toca sola.

Siempre he creído en el destino, ha sido casi como una religión para mí. Creo firmemente que la vida muchas veces nos traza ciertos caminos que nos toca vivir por razones incomprensibles. Sin embargo, también estoy segura que hay muchas cosas que podemos controlar, que hay deseos y propósitos que con fortaleza y convicción se consiguen. Sí, uno no puede quedarse sentado en la sala de su casa esperando que las oportunidades le toquen a la puerta o que el destino le regale una vida, así por arte de magia. Pero, sí existe algo incontrolable y que yo, personalmente, se lo dejo completamente al destino, al azar y a las coincidencias: el amor. Los sentimientos de los seres humanos, especialmente el amor, es un asunto que definitivamente no se puede manejar. Uno no puede controlar, por ejemplo, que el ser que uno ama se vaya a vivir con otra persona a los 3 meses o 6 meses después de terminar, cuando uno duró casi cuatro años haciéndole esa propuesta. Tampoco controla uno que le pongan lo

Siempre supe que me falto ser crespa.

Siempre supe que algo me faltó, siempre y siempre lo ignoré, lo dejé pasar. Siempre supe que me faltó un poco de fuerza en las venas, "berraquera" como dice mi mamá. Que me sobraron  los miedos,  los caprichos, las inseguridades. Siempre supe que me faltó ser crespa. Tener largos risos que colgaran de mi pelo, que me faltó un cabello rojizo que reflejara el fuego de mi alma.  Que me faltaron unos labios más carmesí y una piel más pálida. Tal vez debí saber marchar ante las injusticias y dejarme llevar por las alas psicoactivas Tal vez debí embriagarme de vino más veces Tal vez debí ser más revoltijos,  más camisas a cuadros por las  noches, más oscuridad,  más poesía entre las cobijas.  Sí, me faltó más de eso y de tantas otras cosas... Pero no pude ser más que yo misma, no pude ser más que un montón de libros sin terminar, que una biblioteca olvidada con desdén que un cabello largo, liso y oscuro,  que una sonrisa ingenua. Pero a pedazos, esta

Feliz cumpleaños, incomprendido.

Feliz cumpleaños mi amado, amor de mi vida, Fantasma. Feliz cumpleaños, poeta, artista. Feliz día a ti y a todo cuerpo, a tus años y a tu luz intermitente. Larga vida a tu búsqueda insaciable por el arte, a tu lucha y a tus letras. Tú, mi cielo, sigue pidiéndole deseos a las primeras estrellas que se posan. Tú, mi libro favorito, sigue organizando tus adquisiciones en la biblioteca. Acumula cuentos con los años y novelas y textos y lléname del placer de leerte desde la distancia.De saber que algún día hice parte de tus musas. Sigue siendo más noche que día y más frío que calor. Sigue saltando sin sombrilla bajo la lluvia y sigue disfrutando de lo bella que es la tristeza. Acumula éxitos en tu ejercicio periodístico y  Déjame seguir escuchando tu voz en las noches de insomnio. Sonríe más y vive más. Desgástate. Eres tan afortunado de tener esa libertad, de ser tan sensible, de poder contar las historias. Valora siempre tu talento pero también el de los que te rode