Brújula rota


Siempre he tomado decisiones desde el corazón, casi nunca me ha fallado, sí, he sufrido muchísimo por determinaciones que me costaron muy caro, pero, en medio de todo, he vivido cada segundo con pasión y siempre me he sentido satisfecha con los caminos que he elegido.

Era mi doctrina de vida.

Sin embargo, desde hace un tiempo mi corazón ya no sirve, se quedó quieto, dejó de guiarme y yo, me encuentro perdida en una tormenta de confusiones y decisiones por tomar.

Se me rompió la brújula, la guía de mi vida, se averió y ya no sé para dónde coger. Se me rompió, en pedacitos, no sé cuándo, no sé en qué momento, ¿Cómo me arreglo? No sé cómo reparar el daño que he causado a mi propia vida y la de otros por mis momentos de indecisión.

Yo no soy el tipo de persona al que le pasan esas cosas bonitas, coincidir con alguien en el momento indicado, crecer profesionalmente, ser feliz, en general, a mí los sueños no se me cumplen y los deseos más profundos no se me dan.

Siempre me ha tocado conformarme, ¿no podré, algún día, simplemente recibir lo que tanto le he pedido al universo? Por ahora, tengo un corazón inservible, roto por dentro, que no me guía a ningún lado, que me ha causado dolores increíbles y daños irreparables a un camino que ya venía torcido y que quién sabe a dónde me llevará.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Lo que te lloré

Las palabras que la droga se llevó.